En esta ocasión Martina, con el pretexto de querer tomar el sol nos ha convencido de traerle a la playa, y estando allí, la muy traviesa confiesa ser adicta al sexo, diciendo que está necesitando un buen polvo o sino perderá la cabeza y quién puede negarse a esta petición con semejante culo, cualquiera quisiera follar con ella. Martina se desnuda y toca su concha haciendo una invitación directa a corrernos dentro de ella y pide a gritos chupar nuestra polla. Lo que no sabe es que será el mejor de los polvos porque la haremos retozar en la arena, flipar de placer y querrá tomar el sol más seguido.
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